Anthony Cruz, nacido en Nueva Jersey en 1965 y de ascendencia puertorriqueña, fue una de las voces más reconocidas de la salsa romántica de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Su carrera artística floreció en el contexto vibrante de la comunidad latina en los Estados Unidos, en un momento en que la salsa experimentaba una transformación hacia estilos más melódicos y líricos.

Su incursión en la música profesional comenzó en la década de los 80. Fue descubierto por el maestro Raphy Leavitt, quien lo integró a su prestigiosa orquesta La Selecta, una de las agrupaciones más importantes de la salsa consciente y romántica. En La Selecta, Anthony Cruz se destacó por su interpretación emotiva y su impecable calidad vocal, colaborando en temas que dejaron huella en el público salsero.

Posteriormente, también formó parte de otras agrupaciones relevantes como Orquesta Opus, y participó en presentaciones con figuras establecidas de la salsa, ganando reconocimiento por su talento natural y carisma escénico.

Ya en los años 90, Anthony Cruz dio el paso hacia una carrera como solista, consolidándose como una de las voces más queridas del género. Su álbum debut como solista, “Algo Nuevo”, publicado en 1999, incluyó éxitos como “Si supieras”, “Dile a él”, y “Me fallaste”. Su estilo romántico, influenciado por el bolero y la balada, encontró una gran acogida en países como Puerto Rico, Colombia, Venezuela y República Dominicana.

Durante su carrera solista, Cruz lanzó más de una decena de álbumes, incluyendo “Para ti”, “Melodía de Amor” y “Sigo Enamorado”. Su repertorio se caracterizó por letras de amor, desamor y esperanza, enmarcadas en arreglos de alta calidad y producción impecable.

Lamentablemente, Anthony Cruz falleció el 18 de mayo de 2024, a los 58 años, en Puerto Rico, a causa de complicaciones respiratorias. Su partida dejó un vacío en la comunidad salsera, que lo recuerda como un artista humilde, apasionado y entregado a su música.

Hoy, su legado permanece vivo en las emisoras de salsa, en las pistas de baile y en el corazón de los amantes del género. Anthony Cruz no solo fue una voz de la salsa romántica: fue también un puente entre generaciones, un intérprete de emociones y un símbolo del sentir latino.